Desde que nací tengo una semilla en el vientre, cuando empezó a germinar me movia las entrañas y me volvía vísceral, después me llegó al pecho, no me dejaba respirar y no les cuento lo que le hacía a mi corazón por que no acabaría nunca, ahora salen de mis orejas y nariz miles de ramas que podo cuidadosamente, pero no sé donde plantar todos esos nuevos brotes.